LUCAS MARGARIT
BERNAT METGE
(FRAGMENTOS)
el ángel es el peor de los dragones
J.E. Cirlot
I
Bernat se desnudó
estiró los brazos
frente a una ventana vacía
y preguntó
¿qué es el purgatorio?
no había respuesta
entonces se sentó en su celda
y la soñó
para morir sin dolor
IV
Bernat mira los cipreses caídos
y se aleja de la capilla blanca
junto al cementerio de mi última noche
V
—¿qué ves Bernat a través de las hojas trituradas
por tus pasos?
—veo mi cuerpo extendido hacia el mar
y veo sólo hojas trituradas
veo las huellas de la oveja que escapa
la perdiz huyendo del halcón
veo las hojas trituradas
—veo el nido arrasado de un pájaro hueco
o veo a Orfeo que pisa las hojas secas
por el viento
VIII
no me conozco
no me conocen las grullas salvajes
mi nombre es Bernat Metge
reúno las palabras de Ovidio y las palabras
de Bernat Metge
recuerdo una mujer
Cornelia
y recuerdo algunas preguntas
que hicieron el día de mi nacimiento
XV
Pater:
deja las hierbas
y ayúdame a distinguir
la costa del mar
el ritmo del acento
cuando vuelvas
con la bendición de un rey
busca en el camino
las palmas de mis manos
ahora hambrientas
Madre Agnes:
¿qué haces sola frente al fuego?
ayúdame a distinguir
la vida y su muerte
que a estas horas tengo la vista cansada
por la luz ocre de las velas
XVIII
como si se tratara del deseo de caer
encuentro frente a mí
a Tiresias
que me dice:
pon tus manos en el fuego y escucha:
tus vísceras palpitan
ahora Bernart
descansa
cumple con el deseo
de soñar tu muerte
XIX
Don Juan I de Aragón a Bernat Metge
—lo animado no vive ni muere de un solo modo
aquí me ves, como noche y como la voz que me circula
de la nada hacia la nada
es dudoso el testimonio de los vivos
baja la mirada, en el suelo está la respuesta de cada pregunta,
de cada pregunta que has escrito
XX
Pedro IV a Berart Metge
Bernart, antes que mueran
los peces del río
descubre frente a la ventana un campanario
una noche blanca y una noche fría
hay campanas con el cuerpo
vacío de los pájaros
XXVII
(hallado entre los manuscritos de Bernat Metge)
Soneto 36
No sea Orfeo quien guíe mi camino
Así como de Dante fue guía aquel Virgilio
Ni se cambie el mal por bien nuestro designio
O se acomode a los moldes poéticos ya idos
Es Tiresias que clama y quien discute
Las pausas, los acentos y los versos
De toda la tradición caída del soneto
Disuelta en el mar por otros muertos
Soy Bernart, ya muerto y atrapado
Por las palabras que dijo un dios en el pasado
Y ahora sueño sin guía y sin quebranto
A través del cuerpo, de un cielo y del espanto.
No fue Orfeo conduciendo las pisadas
A las piedras, a las muertes y a la nada
XXIX
ahora necesitas la sed
para preguntar
quién caza desnudo detrás del bosque blanco
en tus manos
caben perfectamente
los huesos de un pájaro vivo
NECESITAS LA SED PARA DEMOSTRAR QUE TU CUERPO HA CAMBIADO
XXXI
Apología
abandono la ciudad
tus brazos se abalanzan
como un grito en otra estación y en otro tiempo
y colocan mis manos sobre un mármol
Y COLOCAN EL MÁRMOL EN MIS MANOS
*
Lucas Margarit é docente e pesquisador de Literatura Inglesa da UBA e docente da cátedra de História do Teatro do Centro de Investigação Cinematográfica. Realizou pesquisas em Riding, Inglaterra, sobre os manuscritos de Samuel Beckett e também para a Universidade de Viena sobre a “literatura de café”. Publicou Círculos y piedras (1992), Lazlo y Alvis (2001), o ensayo Samuel Beckett. Las huellas en el vacío (2003) e El libro de los elementos (2007).
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