MARĶA FLORENCIA FERRE
TÉ
Seis tazas de té por día
Durante seis meses
Dicen que hay que tomar
seis tazas de té por día
Durante seis meses
Durante seis meses,
Té
Seis tazas
Seis meses
Y esperar
O don’t skip the pace
Registro I:
Dormía con un hombre y soñé con él.
Soñé que dormía con el hombre con quien estaba durmiendo.
Y soñé que mi madre conspiraba en contra de nosotros.
Y soñé que él despertaba y confesaba traición.
Cuándo desperté.
Registro II:
Lloré por un dolor físico.
Extraño, jamás lloro por un dolor físico.
Entonces entre lágrimas pensé en la soledad de mi abuela,
en su amarga vida,
en su media lengua,
en el acecho de la sinrazón,
en sus olvidos ligeros y en sus ataques de ira.
Por qué, se preguntaba, estoy en este mundo.
Y traté de empezar de nuevo.
Mi madre es pájaro de mal agüero.
Ya soñé hace años con mi madre y con mi abuela.
Mi abuela agonizaba y mi madre lloraba
y miré el rostro de mi abuela muerta
y era mi rostro
y salí del sueño espantada.
Registro III: volvimos a dormir juntos.
Y cuando dormía con él
soñé con otro que me seducía.
Varias mujeres estaban en el mismo cuarto.
Luego se iba con ella y yo miraba la escena,
la pareja se alejaba.
Otras mujeres de distintas edades cada cual ensimismada en una ocupación.
Yo miraba la escena.
La describía.
¿Confirma que desea abandonar el juego?
El fastidio
de la tarde
no es suficiente
dejar de pensar en nada
intentar decir qué
unleash
knot firmly tied
carta blanca para que la mano vaya
separada del cuerpo
untuosa
señalando
que se intenta decir qué
loose and swift
zarpar
levar anclas
sin mirar atrás
or you be cursed
damned
no devolver la mirada
no mirar a los ojos
be brief
concise
shut down
no hay más movimientos posibles.
Dónde reposar la cabeza
Vimos calles envenenadas
recorrimos escenas, cuadros apenas, desolación austera.
Trato de renunciar
o al menos de postergar.
Lo que tu mano toca
acepta un sitio en este mundo;
lo que nombra tu voz
es parte indispensable de la vida en la tierra.
La inmediatez de los trabajos
de la mente
correntada
agua que cae
voz que suena sin salir
del cuerpo.
La mano sólo acompaña
dice por escrito,
efímera,
irrecuperable.
El deseo envenena el ánimo
y el estómago.
La felicidad.
Es sólo literatura.
Si pudiera abandonarla
tendría un punto de partida.
Si volviera al
ritmo urgente
al gesto
sincopado
a la respiración
entrecortada
de esa
escritura sin
signos
que busca alguna
marca
para saber cuándo
termina uno y cuándo
comienza a decir
el otro.
Hablaría
de un estigma irrenunciable e inoportuno
un rumor que no puede despegarse del cuerpo.
Acaso la felicidad.
Tò deinón. Maravillosa y terrible (la felicidad).
Si me toca tu frente todo es bello y es bueno y verdadero.
Nada tan oportuno como el destino.
Alebrije
Ave negra y verde
pico estilizado de tucán
largas patas negras inmensas tres pezuñas hacias el frente y una atás
se dibujan blancos sus huesitos
estira el cuello y el ojo y despliega sus alas
no usa palabras
el que la hizo
la cara posterior de sus alas muestra nervaduras
usa las manos y una maderita balsa o algo parecido
de la lengua
prescinde
descansa de ella
trabaja
*
María Florencia Ferre nasceu em 1965 em La Plata, cidade onde reside. Estudou magistério e cursou a carreira de Letras. Trabalhou como editora durante mais de quinze anos. Publicou El río (1997). Traduz, em colaboração con Mojca Jesenovec, uma seleção de poemas de autores eslovenos sobre o tema “A cidade e os poetas, os poetas na cidade” e a novela de Aleš Šteger, Včasih je januar sredi poletja (1999). Tem o livro inédito Seis meses té.
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