NAKH AB RA
YAB-YUM
Toc-toc…
¿ente?…
Tic-tic…
¿avecina?…
¿en la ola-oasis de un febril oléate?…
¿en tu arremeter azuletino?…
en costillares de una dioselita de celestéodos
en la costeroporosis de las pieles mantirrosas…
aahhh el cielsextante de la mente-skyer y la carne en copa
al lanceolear su escama la bronceadélica pielperlé:
vendadora, venatoria,
por el metalescente vientre esmeralda y radiointerfeliz nunca nunca
o qué watt quema en la amarilla asfixia al ras de la arena
cuando la médica tarde escriba al socaire dictamina:
“Llegá puntual al muertilino paradiséter: ¡Sintonía o muerte!”.
¿Pero qué hiper-cromático veo-ví?
¿El ávido incesto de las trasversiones paradisíacas?
¿Los cañares de homohuestes y los balnearios de heterocruzas?
¿Estéril fauna inspirada y ciega comunidad famélica?
Indefine el cuadrilátero marino un warholino sketch de pósteres batidos
telésmatas bajo el wind fire celeste y las solanas fontanas de manación luciferista…
aahhh euripidinas vacancias junto al untuoso mar de un ur-marfilar vaquero:
repostereado el fondán del día va a quedar para la calavérica nochevía.
Acaramelar de diocesados que insectan su Hotel Cuervo del minuto
copetín-armados en la playa depilación por el ámbar de un scotch on the road
y el megnetodante cosmético celeste centelleando el amper de ignición…
aunque dos Crickets después
y por distraer al edén de su pre-histórico grajo
parlamentan en su marquillante azulmarco de film pánico
tiradotiesos al borde de la orilla para el acoso de los prebostes pájaros
y a unas yardas tan sólo:
los torcidos ataques de los pieles rojas en la olapliegue
para yacer hasta siempre
con las endurecidas guedejas de un flavo oleagel.
Y sólo de a ratos o por turnos
el domocélico mosaico naranja
les reboca las fisuras de sus turquesas fecundos.
“Mientras tanto”
y al untolear el protector 15
emana una luz que evaporan las pieles y supera al celaje:
ahora voy al cintureo de las aguas donde titila el cuarzo del cristal marino
(basta con ver unas ramas de paraíso para dulcificar la sidra que izo:
“¡Por las parejas de trolotletas y por las tribus de hetero-hippinos!”)
Aunque cielo:
te veo a través de mi Pan-laca ciega y del alaveo-te-amo y del hidrógeno-te-veo
el aetir de azuleno que descarrila al torpista y acredita un loto dérmico.
Bivalvalidad de las orillas amarillas
da al chuparrosa skying su corazón de aleta alerta:
ojea en su Omega la hora que monta los éxitos del ocio
y con el libre esternón-Alpha del diabloazuze
se aplica a un azar que alterna al segundo su frente:
“Acrecer con otro viendo la autoplastia de tu dune-hill”
y médano dromedario o limo de buceo engendrándote del aire
y la saloma del erg y el correr de la playaperrada hueste.
Ahora (sin cuenta p.m.)
veo en el cuarzoanillo otros miles de anillos
(soles a los que no entro)
y mariposas sin edad en cereal doradura
cuando por el cordel de su ingresión en ristras
soy el geni último y drukpa entornando sus piernas.
“Hasta que el viento baste para volarme la raza y el perro para darme consejo”…
y un rocín de horizontiquis entre ninfalenas de una airevelocidad en cueros…
Pero al irse el sol va flechando el lentocoma del uncido
un desfloque de pudrienda seminal e hipermasticada
y en la espalda el tridente de las algas.
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“Anochece”
y en las ruedas de un tardío cuatriciclo
deyavuelan las eras y tras el dado del trago acrílico
pasa un perro sin ser visto por ninguno.
“Entonces voy a callar hasta más tarde”
hasta enronquecer en la sílaba Muuuuu
en donde quedará ocupada de ente la zapatilla que fuera mía o del día.
Ahora encuentro un tatuaje (víbora que ayer dibujé) y es la Nota 1.
Nota 2:
Y en qué hoy habré eyectado la lengua que armilaba signorreas
la blanca fórmula lisa y el ojal estilopático a por un gramo de gorjéter.
Inhuelleico riel de hamaquecido y merecido craterbowl de ¡contacte y suerte!
tras tipoterceos en semovientes estropodios donde la marisma cía:
“El vendador Kostro lo solicita en la arena movediza”…
y callando-ir hasta despertar una elocuencia de cáscara
y momia de la costra atlántica
musitar despacio incurvado sobre la pulpapálpito pre-dinástica: “AL… La Laaaaa…”
Copetero monte criollo de los halos furtentes
(cosecha: Carne de la noche 2002):
una traslúcida caparazón de fluoma
envuelve el cielo con su ruidillo de alfileres disueltos
y tras pasar mi blancavenda
un roce de cebra se cose al bosque de un brisatrazo
y una alfombra a rayas que albinotigra los senderos tras la lunabala.
Y aún así y en qué todo
voy a un costado del reparto y con la chaqueta chillando.
Caminos del santo guanteblanco
ladrón de setolastrados diamantes y humorista de su sin-destino:
“Eres aquél cuyo rayo la química envincha”
y el trote siempre preciso, en la retaguardia, de tu pony deportivo
esperando del aparlamentado mato el aterrizadero de las gemas del Amperio.
Así los santos ladrones en mallas
entre mechas y plumas de enjoyados claros sotobosqueros
imantan las lujosas conversaciones que ya no pagan traductores
o conversan mudos
con los cuellos
sus negros cielos de sendabismo cero.
Y yugular átomo de Vayu
en su tahití-tripping por los flecos de las teclas cabañatecho
continuando la arteria ambular de los que van a irse en sombrero…
entrada al obturador del segundo del bosque (tragaluz nebre)
y una no-luz ambarina
que liba de la estrella por el axis de las copas…
estamos en tu más oscura panza (y respirable)
cuando guiña el resplandor de una senderohuella atenuada y miles de jibas de un astral sereno
y los plumereos de las hojas con titilares de estrellizas
(sus no tabuadas cabezas de lunave…).
“Y miluz:
ejercítate en tus polígonos de estrellas”
durante el ciliado devagar insular de los portátiles sables
al eyacular su lanceoláctea fumigación de strass por el espacioNautilus.
Oohhh vergeleos tras el recostadero de las dunas:
en la barca de tu infurta lunabrisa
la salida al geisereo de las fuentes por los empíreos claros-odaliscas:
retintín y fruta de los bivios
unidad mínima de edén-set junto a los estanques de lluvias
y el líquen-orín de los halls entreabiertos por los yezidis anélidos…
una hidromaquinita a la izquierda, un grillorrotor a la derecha,
y el bilabial rezo del semblante que aderezo
y la carezza que de máscara hace mil haces
¿y a qué velocidad de báscula
nictila el pajaretí por delante de quien pasa?
Fosforino… ¡ío ti conozco!…
Co-mediador de las trazas y rotores:
descanso a un lado del rondó de los álamos albinos
junto al turreo vocinglero de los co-brindantes excursionistas.
En el parque de los árboles altos me tiro al pasto para alcanzarlos
entre las zapatillas de los verdeiluminados por el fulgor de los fresnos.
Aahhh los solitarios acariciado-caminantes y las solitarias expectantes
llamados por un ensueño-imán-chino de copas y lebreles
y el motonauta pringoso que se detuvo en la selva a recostar los codos
rockmanierista y cuasi-loco.
Pido piel y das lustre bajo el vialacteo
una menguante gota de cuticular estalactita sobre la bota
y la donante luz a rayos del rodado 28 junto a la torta…
Este vacanteo es un exigentista desafío a los fuegos del cuerpo:
el continuo ví luna y subí del anteneo sérpico
faunino vagar eterno del objetil suelto
váse a cuellografiar a los que estén durmiendo
volviendo dignas a las sábanas de su goceimán ciego.
Muertebatiente cráneo de los carteles voy con tu ánimo-cero de lord solo
mientras un cohete aluniza lejos por detrás de las pajizas del techo…
el sor-zorrino del espacio anda cerca con sus zetas de T’orino
tibio canciller del aire en su domohartado vaho “piloto de la onda viva”…
Malsano venticiclo que ventiladorea en la costa-turbo:
¿quién humocopia allí?
La humidina Hé.K.T. 9 en su topo-logia zorrozoica
co-viniendo con la encabalgada batraciaplaga a por la albania versaria…
Aparca el sapo cinéreo el agente hecático del sigilo verdeplástico.
Remarino de un frío estelar que en la cara se hace un ciclo tibio
un pestiferado silabadar de marasmo payadorácido
con los tubos de ¡sé luz! subiendo entre las comas de las tizas.
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Talabarteado sarcoma de la primera zonación maximal:
poligrafónico bajo el testerial de las estrellas
el suck and drunk de agotarte rap inyecta las plumas extras:
“Yo tengo un restito”
y a la hora de la lenta barcaza y del grano lunar en la lona
y de la vaga huella de la espumadora astral junto al quemador de la huella.
Negroaceitado mar reencontrado bajo la dramatopía de una vera ofidista
escenorama en el que todo se hace hola y filigrana la pizarra dévica.
Porque hay un verso:
soy la estrella de vine:
sáblico bastón de la “Q” hendiendo la surfentrada en la corriente
carnecoleo del botero dejándonos ir por el negro aceitumen
cristalizado flux en el camperino-cuero del skryer remero:
Mójate los pies, mójatelos, mójate los piélagos.
Y azogue de lunorriel en la espumave a parpadeos:
el ene cuarzo coeli dámelo, dámelo ahora.
Rieláudano y daemoon trick bajo la plumadura del kayak taroteico
emisiones de evaporada bossa para el norte inspiral y el este hipodérmico
más el latido de una flautívaga dementenota y vagidoscileo de un FA
et les plus dracule mot en su esfumado cerco:
la mot touchée en su pleamar
por entre las hebraciones de un humo pre-lógico y goético…
Radio-kayak interferido por el tam-tam-eco de las olas:
“Luces de posesión en jeans con blue-wave de zodíaco sender”
pero línea de la espuma eres de verdeinca mohotransformer
adherido al relumen enquistal y adentrado del Caosconde Perro:
crestaizado spray de su argot-solus y yugular crecimiento de la sílaba-gorgoteo
y sus 33 digas:
“Me muero…”
(pero es… ¡Nadie!:
en el vergeloasis marino del invisible Convoy Novengo
en la línea de indecisión de un satánico Dr.No):
de continuo boya en algún grado muerto y en otro vivo
y en algún grado cosmetizado y en otro reventado.
Y así vino del vivo y del muerto
el pínodo rocío-pasto del almalama
donde escuchar
el inmasivo pastotema que te acrece
hacia la ciudad que pisan las palmeras.
Y la toma uno —¡contacto!—
con esa voz que destripa o cala
el serpentario versario
de la flor.
Y de solo-hollar el yesal
por el aahhh hondonado canto del etapista diverso:
“todo pasto me hoja todo pasto me hoja…
…y toda la curvalira toda la curvalira…”
“¡Aahhh
y balatoqué la piédrada libre! ¡Aahhh…!”
poniendo a colgar mis guantes junto a los demás ítems.
¡Primavariedad para qué mí en el vestidor de des-siendo!:
érale una comba astuta en donde fuimos vestidos por un puro morir vertido:
“¡Son todos mis conejos!”, lalaba el dadaemon.
Entonces humo
en la arboledoasis que aflora su házme pista
y lo que cocina en las copas del ramedalto
y quienes aura-orean en los arboleandros
y quienes pulsan la nota prohibida del gamelán funebrino:
¡esta es la marca del Yetitore!
la señalética extrema del nochema:
tumularina butaca de ataque para el piloto devoto de la stella
munido de una mano toca la otra campana de su mano
abdomen ductor de una ecografía de ciudades inminentes.
Arabiahíto de millares de caseríos con brillantenas de arenamica
explora la maqueta bajo el estrellío con sus mutantes casablancas
y con el largo ampo del dedo-hueso
holla el plasma de una calleja (Carcajada Cerca)
bajo la maravilla de la hervidorrevuelta de los árboles-buitres.
¡Aahhh piración piramidista y poblacional!
y conversiones del desierto en poblaciones figurologistas
y pluripersona de tropezonal politicarte sin politiurticar:
patrañas de las condiciones de producción qué dirán de esta producción
de condiciones…
y trotarenas:
tomáte el trago de rociona
y tu tema: la vacante
con tu escribotesoro entero de langue sin Saussure o más bien con pelos…
Por lo pronto rocío y ciudades aparecidas
seguirán milagroseando sus sin policías:
política de jibación dromedaria o nariz de esfinge:
Río A Través el elixir de los etapistas dimensivos…
La etapa de la liana, por ejemplo, en la que se adora una sierpe.
Y el episodio-buey, por ejemplo, por el que se despliega un hilo.
Pero lanzaroteo ni me asistas
que llevo el disparador animista y el complejo navajofleco:
tajeo por la entrenave mis tripas del nativomareo
y los desfiladeros estésicos y los pánicos huesos
¡y coceo loco and go!
Y ya en la orilia
con Coco-Nu la etapista
la bataclana mar-maraca de la costa-cifra
divierto el glandébano hasta bilocarlo en el satanaku.
Así que paceres
no reculen ante la mínima luz de relamida especialista:
¡brillen huesos, brillen, sobre el alcanfor de l’areia!
Y el montuno cardúmen del montuno quemar y las hablalias del QueMaui
y en el qué mar de amianto donde florece el lodokala
deliro menos de lo que invoca su tropezonal azarte
el traspié previo
una relatofagia y un cigarrito
y un andantino de funebriles acrobacias a lo René Clair.
Aahhh superhéroes infames del homo-infans
y superherido manco y superherido rengo bajo el quemarse de Nut:
puebleríadas de matomancer abierto
torero-ungidas por la tipeadora de óseos platós…
“Ola la luna. Hola”, emite Elina la monitorista
casi despegando del barro cardíaco
y una sola ave en espiras y un coribanterio
perdida toda orientación pero no el oriente negro
y no la bobinación de las llamantinas ruedopatías.
Oh tesoro de los escondidos
ben úrea ardida y anticivilinos toquetistas
y puntos coordinados del porvenir nunca.
*
NaKh ab Ra nasceu em Buenos Aires, 1968. Publicou Climas y oleajes (1999), Ovnipersia (2001), o relato Umbanda Jackson (2003) e Boingo-Bong (2008). Foi co-editor da revista tsé≈tsé entre os anos 1997-2002. Fundou a Estação Orbital Alógena, espaço de experimentação. Escreveu um Breve diccionario de brujería portátil para o tomo coletivo Nosotros, los brujos (2008). Inéditos: Tar-tara-Zain (novela), Urb-Zonul (poemas), ¡Santas Incubaciones! (relatos), Filósofos de la naturaleza o Universos B (ensaios).
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