ZUNÁI - Revista de poesia & debates

[ retornar - outros textos - home ]

 

 

PABLO CORTONDO

 

 

 

 

de polvo de roca

 

 

 

rima la boca con hueso y sal. el gamo sacrifica su sentido.

 

 

*

 

 

niño arropado por palabras. niño envuelto en letras que parte el corazón lector, que estampilla la lengua de su otro. toda tinta metálica termina en polvo enquistada.

no se puede perforar esta bolsa plástica, el envoltorio blanco que llevan las palabras.

envés lo transversal. es subte que estrella contra el cielo. diverge opuesto al ojo y estalla larval en córnea fascinada. dulce despliegue para la hembra que amaga alzada. filón cristal y mar diluvia. alga nacarada vela este otro polvo permanente.

pero el imán arranca de la almohada todo día oscuro. fondo todavía dócil para la figura. imagen playa de rocas secas. en altamar las olas crecen.

allá-acá no vuelan tigres ni corren mariposas.

 

 

*

 

 

hielo y plata, cuchillo de la tarde.

fragmento irisado que el margen corta.

ladina imitación de una traza cerrada.

morada geometría de celdillas eufóricas.

llevan y traen: una orquídea, una navaja y un recuerdo.

mastican las redes de sus sombras.

 

 

*

 

 

sobre el vértigo de tu cuerpo, las nubes modulan la franja que el amor oscurece.

tiembla en este ardor el agua. fundida al diminuto rizo que traza tu gemido: apareces.

y en lacio lago, hombres sumergen acre masa. los violines son ya invisibles.

detrás del párpado, cultivo un nuevo cuerpo para el vórtice.

 

 

*

 

 

abro el libro y cae la hormiga.

la oprimo entre mis dedos para que no pique. como la idea.

 

 

*

 

 

junco agitado.

apenas el pan alcanza a dar, entiende surcado el trono la reina.

ningún recaudo al movimiento, ningún raid. desde la faja mira el hule gigante.

marca de azufre para el insecto. en la custodia nicho se va decapitando.

quien pregunta vuelve al lazo.

de su bolso sale un colibrí aún mojado.

 

 

*

 

 

el toro no ha mordido su cola. ha desflecado en arco lento su azabache.

lustrado polvo emblema. con su parida desdibujó el céfiro azar.

trucado para dar contra el cemento. criptodanza ratona, no de león que espumoso fuera.

como cruel pasto, la humedad hoy seca.

y sigila hijos al duque. su madre higuera alivio para el deseo, no oportuna virtud.

tanza que en cortes arroba al niño. afán la mujer remando desde la costa hacia la costa: igual corazón, afín estría. parte en penumbras al encarnar el bosque.

sangre de la espesura contra el aroma.

 

 

*

 

 

sobró el atisbo, otro rayón probeta. con la celeste línea dibujada iba apropiando la muselina azul. sillón hundido en todos, a salvo él. como frescos cohortes cedimos la luna abovedada, aguamarina del viajero. la paloma faltaba y lo prosódico de tu mano.

el hijo de tu marco celeste. ¿de qué razón hablamos? surcamos buscando debajo de tu magma. violeta será tu exposición si lacras el simulacro hundido.

 

 

*

 

 

escucha el sonido de lo que partes, nido sediento de la cabeza.

suspende toda danza mientras hables: tus ojos tocan máscaras de sí mismos.

este mínimo espesor acolcha lo que a penas calla el alma.

de nada vale tanto refugio inventado cuando metralla tanta calma.

 

 

*

 

 

el niño se dio cuenta que no habría cosechas ni lunas tibias ni sonido.

una noche la claridad acaba y tintamente el músico abandona la escena la última línea por escribir. el hijo lo mira desde un diluvio.

después, el pliegue. el mudo que habla desde la opacidad del primer plano. el gesto que no hizo para evitar esa pared, inmenso murallón llamado madre.

 

 

*

 

 

suena soñando que es, respiración de lo nombrado

vínculo mismo de la sombra aquello que torpemente acontece

y por eso mismo hace formas.

 

 

*

 

 

eco hecho parche sin cuerpo. ausencia que, de tan presente, se cuela por los filones de alegría. manga que tapa la mitad del espejo, diagonal del desastre liquidando la superficie y con ella su profundidad interceptada. tu niña delgada naufraga y emite bengalas ciegas, que apagan antes de elevarse. huelo la pólvora de tu dolor.

un gran desierto de médanos movidos por un viento que no dice del todo. apenas sugiere telarañas de mutismo. apenas encuentra formas en un movimiento automático y desarticulado, entre la pluma y el pájaro que dibuja. y el pájaro dibujado no vuela sino que queda interrumpido. me mira desde su azul perfecto, desde su pecho tan prófugo como su nombre.

agua electrificada, a veces, el aire. no hay abrigo en el nido entonces.

dirás: no recuerdo quién soy. astillada circularmente, soy el reflejo de mi propia esfera.

soy un embrión —hembrón— con hambre de vacío. soy un imán de piedra que fascina a la flor, al propio vértigo debajo de mi tul. a veces, soy espejismo de certeza. ¿te animás a vivir en este espacio asustado?

muerdo mientras duermo. sueño con palabras debajo del agua, con paredes muy altas, llenas de hongos y una luz tenue. olfateo los restos de una danza interminable. el tiempo se parece a la resistencia. la calma es casi una adivinación, una corriente que desplaza la realidad.

tanteo tu cuerpo: hoy es un manto nocturno.

 

 

*


Pablo Cortondo nasceu em 1963. Vive desde 1967 em Bariloche, Patagônia. Formou parte dos grupos de arte Sumatoria, La Luna con Gatillo e do Grupo de Arte Provisorio (GAP). Editou antologias dos poetas Francisco Paco Urondo, Jacobo Fijman e Alejandra Pizarnik. Publicou a revista eletrônica cultural HUC de difusão da arte da Patagônia. Livro: La rotonda del cielo (2001). Como artista visual participou de numerosas mostras coletivas e individuais. Desenvolve um curso experimental voltado à formação de artistas.

*

 

retornar <<<

[ ZUNÁI- 2003 - 2009 ]