GIANCARLO HUAPAYA
EL HACEDOR
Su arma blanca medía
20 centímetros,
filosamente agudizada de sangre, su arma era un tenor afinado
en regicidio mayor, de aprensión, de abdomen visceral de
conjugaciones coagulantes de cortes impertérritos de muñeca
garra presurosa
más precipitada noctívaga para el desapercibido gentío
discrepante.
I
JJguakch raggs, el pañuelo rojo se desecha en su baño, ha
salpicado I
la dulce cesación satisfizo su dignidad. Repudió la
imploración exploración aclaró diosas infiltradas rojas como
sus sudores de carne abierta, carne comestible
para las diligentes que bailotean en su charco y se organizan
como hormigas. En el hormigón mereció su deceso. Su tránsito
fue un coitus interruptus en guarida de defensa
fue una excrutable forma de darle su diversión. La esquina de
burdeles centrales
lo atravesó, le hizo un vagina en el cuello para vengar su
felonía. Aplausos
escucharon el llanto juicioso de la sirena.
Los pasivos indecorosos advirtieron al sobresaliente
las notas para afinar el arma. Se atiende a la musicalidad del
crimen
y la hora. Cada viernes I desenvainaba
mancebía de la rosa de la superficie sur del vello bebedor
central. Cada viernes una elegía. Una hora un segundo un
desdeño... un beso,"adiós amor cuídate". banal pensó.
Cuatro gatos se miraron y fingieron no verse.
II
a h.h.
Ese mismo día el hacedor mató de un pisotón la
cucaracha en la mano de segunda mano. La plaza
iluminada por la consola aún sonaba. La iluminó psicodélica en
su esquina naciente
en su esquina zapateaba al rumor, el cuerpo
oír el cuerpo de segunda... lo bautizaba su verdugo
nació abono junto al botón sanguíneo. Frente a frente
el insecto el difunto diferenciaron la bestia de la alimaña
el gusano fertilizaba la estocada de lodo
regresión su abdomen su páncreas su estómago su hígado su
intestino su recto. Su sucesión obvió el verso del epitafio.
"feliz muerte cucaracha, ya no molestarás a los
transitorios"
Desplaza la psicodelia
La psicodelia de plaza de paso
con la hoz regar la plaza
un sangrado
Segunda mano
feliz rehabilitó sus sudores para no permanecer en su
asesinato. Sabía que olfateaban su trasero, sangraba su aborto
la edad culo lo desestimó, lo desenterró del abono
corrió con interferencias en la pantalla de envés. Su sesaria
mutaba la matanza de ese
viernes
la matanza viernes último
¿es de bonanza?
de viernes póstumos últimos bailes
¿la mudanza cesaría?
"La segunda mano en la plaza " le
palmoteó el trasero.
SABIO
DE TERCERA
"No, aún estaré en el Centro de Ciudad" lloriqueó
el anticucho que cenaba sabio.
tercera
deleitaba esos ruidosos dientes "no te aflijas" los
fuegos del artificio chocaron con el asfalto.
"Es que" no te perfecciones por comerte el corazón de
las víctimas. "Es que" no te embarres de carnicerías
ajenas. "Es que" la violencia se permite con las
alusiones mercenarias. ¿Cuán regia es la revancha sin
licencia? ¿Cuán grandiosa es la lluvia de la lactosa derramada
del seno mutilado? ¿Cuán grandiosa represalia es digerir la
sangre con ají?
Seno mutilado
sabio
intuyó el deceso. tercera. Vio su seno mutilado en su
porción de anticucho. Estaba ebrio motivando sanidad en su
porción de digestión. Sanidad. La sabiduría para no morir ese
viernes
sabio
sabio de tercera la sabía. sabio mareado sabía
incrementar su capacidad de saber
saber a sabio.
Saber a sabio dentro de un corazón del anticucho
sabio
quiso dar la pancita del seno mutilado a cada corazón de una
moneda en el perímetro de la escenografía criminal. Amó a
tercera y a terceros
tercera
saludó a la bandera
fue separada por su nacionalismo
zass ecos de seno de alambres brassiere. Los taxis
salvavidas la ahogaron. La presión se juntó con el orín.
Seno:
porción de pecho porción de sangre edad lactante. Sanidad.
Zass
junto al orín novísima vertiginosamente su seno. El seno colgó
(descolgó)
de seno
auricular de su edad. Tercera ora despechada ora insatisfecha
ora afligida "¿es que aún estaré en el Centro de
la Ciudad?".
IV
No. Un cortaúñas cayó junto a los dedos. Índice. Meñique.
Índice y meñique. "Extrañas manos pero simétricas".
Uñas y dedos cayeron. Un asidero de desdicha de cómodas cuotas
endeudó al cuarto édito para todas sus ediciones
todas sus edificaciones que endeudó a cuarto sacrificado
todas sus dedicatorias fueron dinamitadas mediáticamente por
su belicismo. Calló no rió.
Su libro cayó feroz para no durar. Cuarta caída se
enredó de telarañas y tijeras y cortaúñas. E índices e
infatigables repasos de retoques. De relectura feroz para no
finar. E
índices de uñas mugrosas que caen del escriba ocasionalmente
por silentes. Por anochecerlo calló, por caer lo callaron, por
callar cayó en manos de sus dedos
fue su cuota por no sonreír
fue para que siga esbozando "extrañas manos pero ambas
escriben"
cayó en relectura el principio de su extraña desaparición
sucedía toda la predicción que se escribiría de inmediato
la próspera campaña perennizó dígitos notables
dígitos que creía eran infinitos. Cuarto édito casi se
vuelve el hacedor por un viernes
"extrañas manos pero ambas asesinan"
comenzó.
*
Giancarlo Huapaya Cardenas
(Lima, 1979) é poeta e jornalista. Trabalhou como consultor e
produtor cultural no Consejo de Fomento a Lectura del Péru
(2005). Co-dirige o projeto Lapsus Collage Editorial (www.lapusweb.net).
Publicou Estado y Contemplacion/Candón de Candón se Gana
(Hipocampo Editores, 2005) e Polissexual (2007),
além de diversas publicações eletrônicas. Realiza também
performances de vídeo-arte, fotografia e ação poética. |