MARCELA SEPÚLVEDA
MIEDO
un puñado de trenzas de muñeca
cuatro vestiditos sin cuerpo
El día que decidí
que mis hijas de trapo crecerían
que su ropa y su pelo
no estropearían mis planes
me cegué con ceniza
de mis antiguos huesos
mis muñecas crecieron
se marcharon
yo sigo aquí
enjuagándome los ojos
ANTICIPACIÓN
He llegado familia
Me encuentro aquí familia nuevamente
desdibujada al paso de mañanas de hielo
encaradas con lágrimas que aún me hinchan los ojos
He llegado familia
Entiendo que muy tarde
Encuentro sólo el paso de mañanas de risa
y el azar acechando los espejos
para multiplicar ahora las jugadas
Mamá
supe que me esperaste
con herrumbres de llanto
silenciado
por pulmones finales
He llegado familia
Nadie en la casa
Nadie
Porque digo familia
Y familia eras tú
Mamá
siempre lo supe
El calor y la brisa
tienen venas y sangre
-tus manos-
Tus manos que se abrazan como sombras
Lejanas
La familia
EJERCICIO MÁRAI
Los dos hablan en voz baja pero se escuchan:
ella y el miedo
respiraciones rudas y atenuadas
algo quizá les llega un poco tarde
a través de colgajos de memoria
y briznas de palabras
en voz baja se miran
incisivos
ella y el miedo
solos
se interpelan
porque el amor
el demudado amor
costumbre al fin y siempre en la piel del fracaso
espera un nuevo cuerpo con señales tatuadas
en la que habita a veces debajo de su cara
entre letras de molde y música de piedra |