OLIVÉRIO
GIRONDO
CROQUIS
EM LA ARENA
La
mañana se pasea en la playa empolvada de sol.
Brazos.
Piernas amputadas.
Cuerpos que se reintegran.
Cabezas flotantes de caucho.
Al
tornearles los cuerpos a las bañistas, las olas alargan sus
virutas sobre el aserrin de la playa.
¡Todo
es oro y azul!
La sombra de los toldos. Los ojos de las chicas que se
inyectan novelas y horizontes. Mi alegría, de zapatos de goma,
que me hacen rebotar sobre la arena.
Por
ochenta centavos, los fotógrafos venden los cuerpos de las
mujeres que se bañan.
Hay quioscos que explotan la dramaticidad de la rompiente.
Sirvientas cluecas. Sifones irascibles, con extracto de mar.
Rocas con pechos algosos de marinero y corazones pintados
de esgrimista. Bandadas de gaivotas que fingen el vuelo destrozado
de un pedazo blanco de papel.
¡Y
ante todo está el mar!
¡El
mar!... ritmo de divagaciones. ¡El mar! con su baba
y
con su epilepsia.
¡El
mar!... hasta gritar
¡BASTA!
como
en el circo.
Mar
del Plata, octubre, 1920
CROQUIS NA AREIA
A
manhã passeia na praia polvilhada de sol.
Braços.
Pernas amputadas.
Corpos que se reintegram.
Cabeças flutuantes de borracha.
Ao
tornear os corpos das banhistas, as ondas alargam suas
lascas sobre a serragem da praia.
Tudo
é ouro e azul!
A
sombra dos toldos. Os olhos das meninas que se injetam
novelas e horizontes. Minha alegria de sapatos de borracha,
que me fazem escorregar sobre a areia.
Por
oitenta centavos, os fotógrafos vendem os corpos das mulheres
que se banham.
Há
quiosques que exploram a dramaticidade das ondas. Criadas
chocas. Sifões irascíveis, com extrato de mar. Rochas com
peitos algosos de marinheiros e corações pintados de esgrimista.
Bandos de gaivotas que imitam o vôo destroçado de um pedaço
branco de papel.
E
diante de tudo está o mar!
O
mar!... ritmo de divagações. O mar! com sua baba
e
com sua epilepsia.
O
mar!... até gritar
BASTA!
como
no circo.
Mar
del Plata, outubro, 1920
VENECIA
Se respira una brisa de tarjeta postal.
¡Terrazas! Góndolas con ritmos de cadera. Fachadas que reintegran
tapices persas en el agua. Remos que no terminan nunca de
llorar.
El
silencio hace gárgaras en los umbrales, arpegia un "pizzicato"
en las amarras, roe el misterio de las casas cerradas.
Al
pasar debajo de los puentes, uno aprovecha para ponerse colorado.
Bogan en la Laguna, "dandys" que usan un lacrimatorio en el
bolsillo con todas las iridiscencias del canal, mujeres que
han traído sus labios de Viena y de Berlín para saborear una
carne de color aceituna, y mujeres que sólo se alimentan de
pétalos de rosa, tienen las manos incrustadas de ojos de serpiente,
y la quijada fatal de las heroínas d'Annunzianas.
¡Cuando
el sol incendia la ciudad, es obligatorio ponerse una
alma de Nerón!
En los "piccoli canali"
los gondoleros fornican con la noche, anunciando su espasmo
con un triste cantar, mientras la luna engorda, como en cualquier
parte, su mofletudo visaje de portera.
Yo
dudo que aún en esta ciudad de sensualismo, existan
falos más llamativos, y de una erección más precipitada, que
la de los badajos del "campanile" de San Marcos.
Venecia, julio, 1921
VENEZA
Respira-se uma brisa de cartão-postal.
Terraços! Gôndolas com ritmos de quadris. Fachadas que reintegram
tapetes persas na água. Remos que não cessam nunca de chorar.
O
silêncio faz gargarejo nos umbrais, arpeja um pizzicato
nas amarras, rói o mistério das casas fechadas.
Ao
passar debaixo das pontes, alguém aproveita para enrubecer.
Vogam
na Laguna dandys que usam um lacrimatório no bolso
com todas as iridescências do canal, mulheres que traíram
seus lábios de Viena e de Berlim para saborear uma carne cor
de azeitona, e mulheres que só se alimentam de pétalas de
rosa, têm as mãos incrustradas de olhos de serpente e o queixo
fatal das heroínas d'Annunzianas.
Quando o sol incendeia a cidade, é obrigatório ter uma alma
de Nero!
Nos
piccoli canali os gondoleiros fornicam com a noite,
anunciando seu espasmo com um triste canto, enquanto a lua
engorda, como em qualquer parte, sua bochechuda cara de porteira.
Eu
duvido que nesta cidade de sensualismo existam falos mais
chamativos, e de uma ereção mais precipitada, que a dos badalos
da campanile de São Marcos.
Veneza, julho, 1921
VERONA
¡Se
celebra el adulterio de María con la Paloma Sacra!
Una lluvia pulverizada lustra "La Plaza de las Verduras",
se
hincha de globitos que navegan por la vereda y de repente
estallan sin motivo.
Entre los dedos de las arcadas, una multitud espesa amasa
su
desilusión; mientras, la banda gruñe un tiempo de vals, para
que los estandartes den cuatro vueltas y se paren.
La
Virgen, sentada en una fuente, como sobre un "bidé", derrama
un agua enrojecida por las bombitas de luz eléctrica
que le han puesto en los pies.
¡Guitarras! ¡Mandolinas! Balcones sin escalas y sin Julietas!
Paraguas que sudan y son como la supervivencia de una flora
ya fósil. Capiteles donde unos monos se entretienen
desde hace nueve siglos en hacer el amor.
El
cielo simple, verdoso, un poco sucio, es del mismo color
que
el uniforme de los soldados.
Verona, julio, 1921
VERONA
Celebra-se o adultério de Maria com a Pomba Sagrada!
Uma
chuva pulverizada lustra "La Plaza de las Verduras", que se
incha de gotículas que navegam pelas veredas e de repente
estalam sem motivo.
Entre
os dedos das arcadas, uma multidão espessa amassa sua
desilusão; enquanto isso, a banda grunhe um tempo de valsa
para
que
os estandartes dêem quatro voltas e parem.
A
Virgem, sentada em uma fonte, como um bidê, derrama uma água
avermelhada pelas lâmpadas de luz elétrica que colocaram sob
seus pés.
Guitarras! Mandolinas! Balcões sem escadas e sem Julietas!
Guarda-chuvas que transpiram e são como a sobrevivência de
uma flora fóssil. Capitéis em que os macacos se entretêm há
nove séculos fazendo amor.
O
céu simples, verdoso, um pouco sujo, é da mesma cor que o
uniforme dos soldados.
Verona, julho, 1921
FIESTA EN DAKAR
La
calle pasa con olor a desierto, entre un friso de negros
sentados sobre el cordón de la vereda.
Frente al Palacio de la Gobernación:
CALOR! CALOR!
Europeos que usan una escupidera en la cabeza.
Negros estilizados con ademane de sultán.
El
candombe les bate las ubres a las mujeres para que al
pasar,
el ministro les ordeñe una taza de chocolate.
¡Plantas calicidas! Negras vestidas de papagayo, con sus crías
en uno de los pliegues de la falda. Palmeras, que de noche
se estiran para sacarle a las estrellas el polvo que se les
ha entrado en la pupila.
¡Haberá
cohetes! ¡Cañonazos! Un nuevo impuesto a los nativos. Discursos
en cuatro mil lenguas oscuras.
Y
de noche:
¡ILUMINACIÓN!
a
cargo de las constelaciones.
FESTA EM DAKAR
A
rua passa com odor de deserto, entre um friso de negros
sentados sobre o cordão da vereda.
Frente ao Palácio do Governo:
CALOR! CALOR!
Europeus que usam uma escarradeira na cabeça.
Negros estilizados com maneiras de sultão.
O
candombe balança os úberes das mulheres para que,
ao
passar, o ministro lhes ordenhe uma taça de chocolate.
Plantas calicidas! Negras vestidas de papagaio, com suas crias
em uma das pregas da saia. Palmeiras que, à noite, se estiram
até às estrelas para tirar o pó de suas pupilas.
Haverá fogos! Canhonaços! Um novo imposto para os nativos.
Discursos em quatro mil línguas obscuras.
E
de noite:
ILUMINACÃO!
a
cargo das constelações.
Traduções: Claudio Daniel
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