respirar lento el anteacto
soltar casi la anterioridad
la sangre temporal que rompe
por dentro de la frente
frente a lo real
(el color magenta de la mañana
mantener el momento ante
solo
ahí
listo como la liebre antes del principio
* * *
la luna sube tras el risco
entre las piedras
elipse
por un soplo sólo
el contorno es tinte
rojo
* * *
calcificación continua de los pasos
la mirada busca en la neblina densa
los reflejos trabajan
de las manos
a la memoria
de donde parten pájaros desbandados
tinte
((radia))
silente el centro cimentado
aquel día hacia las doce menos cuarto
tinte
el canto calmo de las piedras
temprano entre las hojas que brillan
desde la ventana un hombre mira
los cables quebrando el cielo
* * *
en la piedra siluetas de manos abiertas como prédicas
entre contornos de sombras y voces
sin párpados parados viendo al sol se toman de las manos
entre los golpes del agua al pie de la caída
¿es esta la línea que abre las palabras hacia la forma
pulsante de la imagen?
* * *
distendidos los pulmones esperan a que se forme el grito
en tanto
circula la voz mascullada de un hemisferio a otro
del párpado al omóplato
dromedarios los pasos
las manos de una vieja mujer
no pueden recoger las monedas de la mesa
* * *
atrás del espacio entre las ramas
azul
y cortes entre las nubes
los labios aún cerrados
* * *
la piel
de la frente la nariz
aplanada blanca al lado liso del
ámbar nebular hueco de un vaso sin flores
agachado cachando las vistas las
paredes enfermas las faldas sedentarias
secas solitarias sin sol como tú
dices Augusto
la vena extinta de tanto golpe de
galope pardo
las palmas perdidas
el peso del pulso
y la araña capta luces en su hilo corneo
rápida tautología del enigma de gamos y gacelas
sobre las sillas expandidas
exhaustas exhalan
el miedo que alimenta las paredes
'las pavesas
Cesar no
dejan ver bien'
el campo seco de ceniza
el viento ausente
* * *
del borde del aliento
sutil y frágil sentencia
camino solitario sequía y sol
los labios secos el polvo acaso centella gris
acaso el ruido del viento los pies los ojos quemados
el dolor en las cervicales cervatillo muerto y
seco solo y sólo los huesos huecos
nuevo
nada
camino de reflejos
expansión pausa
gajo de tierra de pasos partidos sólo
lo áspero
y la voz sin voz
la ausencia que avanza
el cielo blanco de medio día
los brazos se alzan
en tanto
al día día sin término